Rihanna, entre el trabajo y la embriaguez
En las últimas semanas Rihanna ha sido noticia por sus excesos con el alcohol, que le han valido ser expulsada de festivales y han lastimado seriamente su imagen. La última ha sido en su país natal. ¿Es Rihanna una alcohólica? ¿O simplemente busca evadirse un poco?
No siempre es Carnaval en febrero. En Barbados, tierra natal de Rihanna, se celebra durante estos días y su origen no está ligado a la religión sino al fin de la campaña del azúcar. A finales del siglo XVIII Barbados, colonia británica, era el principal productor de azúcar del mundo y cuando la campaña llegaba a su fin se celebraba una gran fiesta donde los esclavos sometidos a largas jornadas de trabajo y en duras condiciones, podían dar rienda suelta a sus ritmos africanos. Hoy en día, el Crop Over, es una de las mayores fiestas del país.
Rihanna no quiso perdérsela y se presentó escasamente vestida para la ocasión. La diva portaba un escueto disfraz, que apenas dejaba nada a la imaginación, confeccionado con diamantes y cristales brillantes. Junto a sus amigas, tuvo una noche de desfase, fumando y bebiendo sin parar, consternando a su equipo de seguridad que se vio desbordado varias veces. La cantante portó durante toda la noche un vaso, pero no un vaso como el que podemos tener en casa, no. Era un vaso incrustado con pedrería roja. ¡Fiesta si, vulgaridad no!
Sin embargo, hay dos Rihannas. La festera impenitente que despierta sin saber dónde está o que pasó la noche anterior, y la trabajadora, que saca un álbum al año mientras ofrece giras eternas a sus fans. Porque Rihanna está preparando ya su nuevo disco, el octavo de su carrera. Por el momento apenas conocemos nada, sólo algunos detalles. Sí que os podemos avanzar que contará con la colaboración de dos DJ de lujo, el holandés Nicky Romero, con quién ya colaboró en el tema "Right Now", y atención, bombazo, con el rompe pistas francés, el DJ del momento, el gran David Guetta. De dichas colaboraciones no pueden salir más que temazos.
Así es Rihanna, con dos vidas casi antagónicas de trabajo y diversión. Quizás debería disminuir su carga de trabajo para no tener que buscar la fácil evasión del alcohol. ¿Vosotros que creéis? ¿Son sus juergas producto de su agenda sin fin? ¿O simplemente le gusta pimplar y ser el centro de atención?
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