Letra de Promesas - Amenoskuarto
Letra de canci�n de Promesas de Amenoskuarto lyrics
Era una noche de abril cuando una brisa febril entr� en la puerta.
S�lo estabas t� sin tu carm�n me quemabas, morena.
El cazador milenario espera, paciente y en silencio a su presa,
atento en el escenario sintiendo aprecio por tu silueta.
Una promesa hiciste
coserte alg�n trozo y faratarlo todo
vas de cabeza a tu destrucci�n.
Te ense�� que errar es aprender a dudar
y es el camino al final,
de nuevo el poeta volvi� a su lugar.
Y antes de que tu muerte llegue,
notar�s en la piel m�s de un pliegue,
son las puntadas que no decidiste,
sue�os que sin quererlo cumpliste.
https://www.coveralia.com/letras/promesas-amenoskuarto.php
Volv� otra vez a reir, porque pudiste dormir sin mi presencia,
en el lago azul te ense�� a distinguir al preso de la condena.
Lejos del calvario del ansia del necio por la recompensa,
robamos al horario el placer sin precio de una cerveza.
Una promesa hiciste
coserte alg�n trozo y faratarlo todo
vas de cabeza a tu destrucci�n.
Te ense�� que errar es aprender a dudar
y es el camino al final,
de nuevo el poeta volvi� a su lugar.
Y antes de que tu muerte llegue,
notar�s en la piel m�s de un pliegue,
son las puntadas que no decidiste,
sue�os que sin quererlo cumpliste.
S�lo estabas t� sin tu carm�n me quemabas, morena.
El cazador milenario espera, paciente y en silencio a su presa,
atento en el escenario sintiendo aprecio por tu silueta.
Una promesa hiciste
coserte alg�n trozo y faratarlo todo
vas de cabeza a tu destrucci�n.
Te ense�� que errar es aprender a dudar
y es el camino al final,
de nuevo el poeta volvi� a su lugar.
Y antes de que tu muerte llegue,
notar�s en la piel m�s de un pliegue,
son las puntadas que no decidiste,
sue�os que sin quererlo cumpliste.
https://www.coveralia.com/letras/promesas-amenoskuarto.php
Volv� otra vez a reir, porque pudiste dormir sin mi presencia,
en el lago azul te ense�� a distinguir al preso de la condena.
Lejos del calvario del ansia del necio por la recompensa,
robamos al horario el placer sin precio de una cerveza.
Una promesa hiciste
coserte alg�n trozo y faratarlo todo
vas de cabeza a tu destrucci�n.
Te ense�� que errar es aprender a dudar
y es el camino al final,
de nuevo el poeta volvi� a su lugar.
Y antes de que tu muerte llegue,
notar�s en la piel m�s de un pliegue,
son las puntadas que no decidiste,
sue�os que sin quererlo cumpliste.