Letra de Otro D�a - Amenoskuarto
Letra de canci�n de Otro D�a de Amenoskuarto lyrics
Otro d�a ha pasado
y mis sue�os bien colgados,
vivo de tus ansias de pecado.
Prefiero la resaca amarga de ilusi�n
a la amargura cr�nica del no intentarlo.
En un descuido de un verano,
por tenerte entre mis manos,
se juntaron la avaricia y el alcohol.
En un descuido de tus manos,
de las noches de verano,
padre acusando en el balc�n.
A este mundo necio
en el que todo tiene precio,
a este mundo no me agarro yo.
Harto de etiquetas
de bajarme la bragueta,
de no poder gritar esta canci�n.
https://www.coveralia.com/letras/otro-dia-amenoskuarto.php
En un descuido de un verano,
por tenerte entre mis manos,
se juntaron la avaricia y el alcohol.
En un descuido de tus manos,
de las noches de verano,
padre acusando en el balc�n.
Otro d�a ha pasado
y ma�ana no es mejor,
somos las ovejas del se�or.
Gente sin ideales frente al televisor
sue�o perfecto para el dictador.
En el regazo de tus brazos
se aguantan bien los palos,
ya no tengo m�s preocupaci�n.
Desconecto por un rato,
sin agobios ni trabajos,
libres y abrazados en el sill�n.
y mis sue�os bien colgados,
vivo de tus ansias de pecado.
Prefiero la resaca amarga de ilusi�n
a la amargura cr�nica del no intentarlo.
En un descuido de un verano,
por tenerte entre mis manos,
se juntaron la avaricia y el alcohol.
En un descuido de tus manos,
de las noches de verano,
padre acusando en el balc�n.
A este mundo necio
en el que todo tiene precio,
a este mundo no me agarro yo.
Harto de etiquetas
de bajarme la bragueta,
de no poder gritar esta canci�n.
https://www.coveralia.com/letras/otro-dia-amenoskuarto.php
En un descuido de un verano,
por tenerte entre mis manos,
se juntaron la avaricia y el alcohol.
En un descuido de tus manos,
de las noches de verano,
padre acusando en el balc�n.
Otro d�a ha pasado
y ma�ana no es mejor,
somos las ovejas del se�or.
Gente sin ideales frente al televisor
sue�o perfecto para el dictador.
En el regazo de tus brazos
se aguantan bien los palos,
ya no tengo m�s preocupaci�n.
Desconecto por un rato,
sin agobios ni trabajos,
libres y abrazados en el sill�n.