Letra de Flores De Invierno - Alberto Cortez

"Los vieron irse corriendo
como dos ni�os traviesos,
caminito de la playa
empujados por el viento.

Ella agitaba la falda
como una paloma en celo
y �l se re�a, olvidado
de fatigas y desvelos.

""�Qu� verg�enza!...�qu� verg�enza!"",
clamaron los fariseos.
""�Qu� verg�enza!... �qu� verg�enza!
la buena gente del pueblo.
Hay que llamarlos al orden
para que guarden sosiego.
Encerrarlos si es preciso,
para que sirva de ejemplo"".

Pero ellos s�lo escuchaban
la voz de los sentimientos
y entre caricia y caricia
el amor hacia su juego.

El sosten�a el tim�n
de la barca de los sue�os
y ella tendida en la arena,
era doncella de nuevo.

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""�Qu� verg�enza!... �qu� verg�enza!...
�qu� verg�enza, santo cielo!...
�qu� verg�enza!... �qu� verg�enza!"",
todos juntos repitieron.
""Hay que salvar como sea
la moral de nuestro tiempo.
Esos dos est�n llamando
a las puertas del infierno"".

Regresaron sin apuro,
de la mano y en silencio;
veinte a�os en el alma
y muchos m�s en el cuerpo.

Al llegar los sometieron
a la prueba del espejo
para que no se olvidaran
que tan solo eran dos viejos.

""�Qu� verg�enza!... �qu� verg�enza!...
�Lo que han hecho los abuelos!...
�Qu� verg�enza!... �qu� verg�enza!...
�Qu� descaro!... �No hay derecho!..."",
en corrillo comentaban
los eternos fariseos,
las comadres y beatas:
la buena gente del pueblo.
"