Letra de Eso Que Ellos Llaman Paz - Habeas Corpus
Letra de canci�n de Eso Que Ellos Llaman Paz de Habeas Corpus lyrics
Investigar sobre el sufrimiento
viene a ser una constante de nefasto recuerdo.
Es un extremo que plantea iguales
dudas al querer ser explicado
y al pretender que sea aceptado.
Son demasiadas las voces
que partiendo de ese fatal razonamiento
no tardar�n nada en abandonar cualquier aspiraci�n
por corregir los errores que demuestra
este mundo agotado en s� mismo,
empe�ado en no mirar m�s all� de su propio ombligo.
Imponiendo un presente, negando el futuro.
Demostrando d�a tras d�a su total falta de escr�pulos.
Generando m�s y m�s desequilibrios.
Provocando en unos casos la no vida,
en los m�s otros la muerte del hombre por el hombre,
de la mujer por el hombre, del medio por el hombre.
A quienes mienten la historia, la historia les miente.
Eso que ellos llaman paz es otra forma de muerte.
Muerte que dicta la raz�n del m�s fuerte.
Muerte, que a�adir a m�s muerte.
La historia del hombre incluye todas las mentiras
https://www.coveralia.com/letras/eso-que-ellos-llaman-paz-habeas-corpus.php
capaces de ser ideadas por su mente,
y por verdad puede entenderse el
que hasta hoy es el mayor ejemplo de hipocres�a.
Un mundo en paz, una vida en armon�a donde fuera
la raz�n el valor que la presidiera.
Ajena al instinto depredador
que distingue al hombre de la bestia, de su otro yo.
Culpable, �nico responsable de haber puesto en marcha
una fatal espiral de barbarie
que semeja dos guerras mundiales
a dos mundos en guerra.
La paz demuestra ser un camino de ida y vuelta
a una violencia que eleva de golpe y porrazo el miedo
a la categor�a de espect�culo del orden.
Siempre el orden como una excusa, como advertencia,
como una orden.
A quienes mienten la historia, la historia les miente.
Eso que ellos llaman paz es otra forma de muerte.
Muerte que dicta la raz�n del m�s fuerte.
Muerte, que a�adir a m�s muerte.
viene a ser una constante de nefasto recuerdo.
Es un extremo que plantea iguales
dudas al querer ser explicado
y al pretender que sea aceptado.
Son demasiadas las voces
que partiendo de ese fatal razonamiento
no tardar�n nada en abandonar cualquier aspiraci�n
por corregir los errores que demuestra
este mundo agotado en s� mismo,
empe�ado en no mirar m�s all� de su propio ombligo.
Imponiendo un presente, negando el futuro.
Demostrando d�a tras d�a su total falta de escr�pulos.
Generando m�s y m�s desequilibrios.
Provocando en unos casos la no vida,
en los m�s otros la muerte del hombre por el hombre,
de la mujer por el hombre, del medio por el hombre.
A quienes mienten la historia, la historia les miente.
Eso que ellos llaman paz es otra forma de muerte.
Muerte que dicta la raz�n del m�s fuerte.
Muerte, que a�adir a m�s muerte.
La historia del hombre incluye todas las mentiras
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capaces de ser ideadas por su mente,
y por verdad puede entenderse el
que hasta hoy es el mayor ejemplo de hipocres�a.
Un mundo en paz, una vida en armon�a donde fuera
la raz�n el valor que la presidiera.
Ajena al instinto depredador
que distingue al hombre de la bestia, de su otro yo.
Culpable, �nico responsable de haber puesto en marcha
una fatal espiral de barbarie
que semeja dos guerras mundiales
a dos mundos en guerra.
La paz demuestra ser un camino de ida y vuelta
a una violencia que eleva de golpe y porrazo el miedo
a la categor�a de espect�culo del orden.
Siempre el orden como una excusa, como advertencia,
como una orden.
A quienes mienten la historia, la historia les miente.
Eso que ellos llaman paz es otra forma de muerte.
Muerte que dicta la raz�n del m�s fuerte.
Muerte, que a�adir a m�s muerte.
