Letra de Como Te Habían Contado - 40 Barrotes
Letra de canción de Como Te Habían Contado de 40 Barrotes lyrics
Vamos a cortarle el cuello,
vamos rajarle el pecho,
vamos a enterrarlo vivo
para que no pueda escapar.
Que el sabor se vuelva eterno,
que el olor sea un recuerdo,
un recuerdo tan intenso
que te duela imaginar.
¿Que creías que yo,
que yo no soñaba?
Pues hubo un día que sentí
que todo iba bien.
No me culpes si esto no es
como te habían contado
y todo alrededor
se marchitó.
Nos quemaremos los dos.
Nos quemaremos los dos.
Nos quemaremos los dos.
Nos quemaremos los dos
en una hoguera al alba
diciendo a los sueños adiós.
https://www.coveralia.com/letras/como-te-habian-contado-40-barrotes.php
Nadie más los vivirá.
Nadie más los vivirá.
Ahora siempre serán nuestros.
Ahora siempre serán nuestros
y aunque no puedas tocarlos,
ellos tampoco podrán
Vamos a cortarle el cuello,
vamos rajarle el pecho,
vamos a enterrarlo vivo
para que no pueda escapar.
Que el sabor se vuelva eterno,
que el olor sea un recuerdo,
un recuerdo tan intenso
que te duela imaginar.
Si quieres empezar
ya conoces el juego
y no podremos contárselo
a nadie jamás.
¿Que creías que yo,
que yo no soñaba?
Pues hubo un día que sentí
que todo iba bien.
vamos rajarle el pecho,
vamos a enterrarlo vivo
para que no pueda escapar.
Que el sabor se vuelva eterno,
que el olor sea un recuerdo,
un recuerdo tan intenso
que te duela imaginar.
¿Que creías que yo,
que yo no soñaba?
Pues hubo un día que sentí
que todo iba bien.
No me culpes si esto no es
como te habían contado
y todo alrededor
se marchitó.
Nos quemaremos los dos.
Nos quemaremos los dos.
Nos quemaremos los dos.
Nos quemaremos los dos
en una hoguera al alba
diciendo a los sueños adiós.
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Nadie más los vivirá.
Nadie más los vivirá.
Ahora siempre serán nuestros.
Ahora siempre serán nuestros
y aunque no puedas tocarlos,
ellos tampoco podrán
Vamos a cortarle el cuello,
vamos rajarle el pecho,
vamos a enterrarlo vivo
para que no pueda escapar.
Que el sabor se vuelva eterno,
que el olor sea un recuerdo,
un recuerdo tan intenso
que te duela imaginar.
Si quieres empezar
ya conoces el juego
y no podremos contárselo
a nadie jamás.
¿Que creías que yo,
que yo no soñaba?
Pues hubo un día que sentí
que todo iba bien.