Letra de Algarab�a - Javier Bergia
Letra de canci�n de Algarab�a de Javier Bergia lyrics
Se acabaron las ma�anas tan dichosas de quehacer,
un minuto indiferente se interpuso entre los dos,
la autopista ciento veinte se presume universal,
la colina all� a lo lejos y ese toro colosal.
Tarde de siesta gloriosa y callada,
de agosto forzada a no hacer otra cosa,
ventana curiosa, la puerta cerrada,
un p�jaro canta detr�s de la almohada.
Y llega la noche, despu�s de otro d�a,
manzanas al horno, qui�n me mandar�a,
ciudades que roban la infancia vac�a,
que mala pata, algarab�a.
Qui�n te ense�� a tirar de las orejas a los sauces,
https://www.coveralia.com/letras/algarabia-javier-bergia.php
a soplar a traici�n por detr�s de las rodillas,
a ponerte pantalones de tergal por la cabeza,
a tomar el sol que guarda la madera del verdugo.
Si miro hacia atr�s, se apaga la hoguera,
no hay luz en la casa, ni perro, ni amigo,
el duelo en la mesa, detr�s, la nevera,
ara�a la manta, me duermo contigo.
Del cielo a Narvaez, calculo una hora,
aparque se�ora, la "genti" labora,
que no dice el guardia, se sube al arc�n,
se sufre en silencio, adi�s que te den.
un minuto indiferente se interpuso entre los dos,
la autopista ciento veinte se presume universal,
la colina all� a lo lejos y ese toro colosal.
Tarde de siesta gloriosa y callada,
de agosto forzada a no hacer otra cosa,
ventana curiosa, la puerta cerrada,
un p�jaro canta detr�s de la almohada.
Y llega la noche, despu�s de otro d�a,
manzanas al horno, qui�n me mandar�a,
ciudades que roban la infancia vac�a,
que mala pata, algarab�a.
Qui�n te ense�� a tirar de las orejas a los sauces,
https://www.coveralia.com/letras/algarabia-javier-bergia.php
a soplar a traici�n por detr�s de las rodillas,
a ponerte pantalones de tergal por la cabeza,
a tomar el sol que guarda la madera del verdugo.
Si miro hacia atr�s, se apaga la hoguera,
no hay luz en la casa, ni perro, ni amigo,
el duelo en la mesa, detr�s, la nevera,
ara�a la manta, me duermo contigo.
Del cielo a Narvaez, calculo una hora,
aparque se�ora, la "genti" labora,
que no dice el guardia, se sube al arc�n,
se sufre en silencio, adi�s que te den.