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Para empezar, la portada es impresionante, la parte trasera proyecta mucha melancolía. El arte en el cancionero trae unas fotos muy buenas (sobre todo la del árbol) y en la zona donde están escritas las canciones, las encontramos con diferente tipo de fuente que le dan un poco de intención al texto.
Ya escuchándolo, "To Sheila" abre y con ella un poco de tristeza es seguro que te contagiará. "Ava Adore", "Pug", "Appels + Oranjes" y otro par de temas están plagados de una onda muy electrónica (NOTA: no del estilo de las discotheques). "Perfect" (que debería ser ya un clásico) es un tema bastante pop pero sin duda muy muy bueno. Después de "Annie dog" que también entra dentro de las canciones poperas entramos a una zona bastante melancólica musicalmente hablando (porque si nos ponemos a leer las letras, descubriremos que la mayoría son deprimentes). "Shame", "Behold! The Night Mare", "For Martha" y "Blank page" son baladas oscuras.
Este discazo (ja) cierra con "17" un track que suena como una vieja caja musical que deja aún más marcado el triste ambiente creado después de oir las demás canciones.
No quiero decir que sea un mal disco, al contrario, logra lo que tiene como fin la música...provocar una sensación profunda en el oyente.
Si acabas de terminar con tu pareja, entiendes perfectamente el inglés (y a Billy Corgan) y hay algo punzocortante cerca de ti, este disco no se te recomienda mucho (jajaja).
Para terminar, solo puedo decir "cierra los ojos y disfrútalo"
(Si pudiera le daba un 100)