#1
1 | Ay, cordera | Letra | Video | Enviar acorde |
2 | Mi querida severiana | Letra | Video | Enviar acorde |
3 | Hay que lavalo | Letra | Video | Enviar acorde |
4 | El o.n.i. (ojeto nasoluto identificao) | Letra | Video | Enviar acorde |
5 | Primer parto: el del tío honorio | Letra | Video | Enviar acorde |
6 | Boina roz | Letra | Video | Enviar acorde |
7 | Los animalicos | Letra | Video | Enviar acorde |
8 | Segundo parto: el del tío agapito | Letra | Video | Enviar acorde |
9 | Me paice que hoy tatizo | Letra | Video | Enviar acorde |
10 | Tercer parto: el del siñor ramón | Letra | Video | Enviar acorde |
11 | El hino del cebollinos c.f. | Letra | Video | Enviar acorde |
12 | Cuarto parto y último parto general | Letra | Video | Enviar acorde |
13 | El tuis de mi vaca serafina | Letra | Video | Enviar acorde |
14 | Qué le dijo (con gas) | Letra | Video | Enviar acorde |
15 | Qué le dijo (sin gas) | Letra | Video | Enviar acorde |
Videos de La Charanga Del Tio Honorio (15 videos)
Añadir La Charanga Del Tio Honorio a mis artistas favoritos
Añadir Todas Sus Grabaciones (1975-1978) a mis discos favoritos
Fotos de La Charanga Del Tio Honorio (1 fotos)
#1
#2
#3
LA CHARANGA DEL TÍO HONORIO
No existe en la discográfica española una, llamemos, tradición de canciones satíricas, cómicas, puramente humorísticas. Lo cual es una laguna, cuando ese género abunda en nuestra literatura, en el teatro y en el cine.
La aparición musical de La Charanga del Tío Honorio en el años 1975 constituyó una significativa novedad en ese campo yermo. Rareza ya lo fue entonces, bendecida, eso sí, por un público entusiasta de lo que vino a llamarse ''rock rural''. Y pieza codiciada de coleccionista ha de ser también este CD que usted tiene ahora entre sus manos.
De cómo se gestó este singular trío se lo vamos a contar inmediatamente. Tras presentarles, como es de rigor, a sus componentes.
Por un lado, Luis Gómez-Escolar (que suele firmar sus canciones, no sabe uno si por pudor, por aportar a su apellido cierto misterio o por mimetismo con las costumbres norteamericanas como Luis G. Escolar) oriundo de León pero trasplantado tempranamente a los Madriles donde quiso ser arquitecto aunque finalmente acabó licenciándose en Filosofía y Letras.
Por otro lado, el madrileño de pura cepa Julio Seijas, que colgó sus libros en el segundo año de Arquitectura.
Concluímos con el zamorano Honorio Herrero, estudiante de Derecho.
Los tres, cincuenteros de buen ver, que aparentan menos porque tienen un espíritu jovial y están fogueados en incontables aventuras musicales.
Julio puede que les gane en precocidad artística. Era muy jovencito cuando tocaba la guitarra, acompañó al dúo María y Xavier y entró a formar parte del mítico grupo Aguaviva, donde coincidió con Luis y con Honorio.
En aquellos comienzos de la década de los 70 empezó a darse a conocer un grupo teatral que combinaba ''sketchs'' y canciones. Era Castañuela 70. Montaron un espectáculo con dosis ácidas y corrosivas para lo que se estilaba en esa época, que divirtió mucho a la gente pero que asimismo escoció a la censura, la que naturalmente pasó su factura correspondiente en forma de multas y prohibiciones.
Castañuela 70 sirvió para que otros jóvenes intentaran jugar al esperpento como Alvaro Nieto, quien formó un grupo musical denominado Desmadre 75, aquel que popularizara la canción ''Saca el güisky, cheli'', expresión que se repitió hasta la saciedad en toda España. Sus autores eran, precisamente, los que poco después iban a crear La Charanga del Tío Honorio.
Luis Gómez Escolar, Julio Seijas y Honorio Herrero, al margen de sus actividades en el grupo Aguaviva, solían divertirse elaborando letras de canciones disparatadas con música generalmente pachanguera con el único y exclusivo fin de amenizar fiestas privadas y sorprender a sus amiguetes. Pura broma. Cachondeo fino. Enterado el antes mencionado Alvaro Nieto de esas actividades festivas del trío les pidió la canción ''Saca el güisky, cheli''. Queda dicho que Desmadre 75 se apuntó un buen tanto. Otras canciones de Luis, de Julio y de Honorio servirían también para el triunfo de Los Mozos del Gay Power y de los llamados Golfos (que se hicieron muy populares con aquel recordadísimo tema ''¿Qué pasa contigo, tío?'').
La actividad de Luis, Julio y Honorio en esa faceta de autores humorísticos les llevó a pergeñar un posible espectáculo, que podía ser asimismo nombre de un posible grupo,denominado en un principio El Rosario de la Aurora. Los contenidos de sus canciones se referirían a imaginarias historias de curas, surgidos de un libro de Cela o de alguna de las pinturas de José Gutiérrez Solana. Y aunque entre medias Julio Seijas fundó La Compañía, grupo especializado en adaptar romanzas zarzueleras al gusto pop, siguió en ese proyecto junto a sus colegas, Luis y Honorio.
Reunieron sus ahorros que, entonces, se elevaban a la suma sesenta mil pesetas. Capital que, de acuerdo con el director de los estudios de grabación Kyrios, les sirvió para financiar una maqueta con un par de canciones: ''Hay que lavalo'' y ''El ONI (Objeto n'asoluto identificao)''. No tenían ni la más remota idea de lo que harían con ese disco, en el supuesto de que pudieran comercializarlo. Las dos canciones causaron el regocijo de los propios autores y de los amigos que la escucharon por vez primera. Alguien se lo hizo saber a José María Íñigo, entonces director y presentador de ''Estudio Abierto'', un programa de gran audiencia, que se emitía por la Segunda Cadena de Televisión Española, todavía en los gloriosos tiempos del blanco y negro.
Luis, Julio y Honorio desfilaron por aquel programa, cantaron ambas canciones, que aderazaron con varios ''sketchs'', sirviéndose de una gallina, la pata de una silla y algunos otros elementos decorativos. Semejante número causó la hilaridad de los telespectadores y puso en alerta a algunas compañías discográficas, entre ellas la multinacional CBS, que firmó inmediatamente un contrato a aquellos enloquecidos muchachos.
Eso sí: el disco no aparecería con el nombre, el del Rosario de la Aurora.. Se darían a conocer como La Charanga del Tío Honorio. Pérez Botija se encargó de los arreglos y hasta tocó la batería; Julio Seijas se ocupó de la guitarra; José María Panizo, del bajo y otros amigos, gustosamente, hicieron coros.
La portada de aquel disco sencillo llevaba los rostros destacados de Julio Seijas y Honorio Herrero, caracterizados de paletos, en tanto Luis Gómez-Escolar y figuraba más discretamente. Portada que llevaba fotografías de un hermano de Julio, veterinario de profesión, pero que se avino a captar al trío con una cámara de aficionado.
- ''Nuestra vocación era permanecer en el anonimato, cual si se tratara de un grupo fantasma'' -nos diría Julio Seijas.
El éxito de aquel primer disco de La Charanga del Tío Honorio, tras su irrupción televisiva en el programa de José María Íñigo, impidió que Seijas, Gómez Escolar y Honorio Herrero fueran desconocidos para el gran público. Su presencia ante las cámaras con aquellos atuendos pueblerinos tendrían en adelante que mantenerla.
Iban vestidos con trajes de pana, raídos; con boinas, alpargatas, garrotas que blandían al aire como salidos de una caverna. Y entonando sus cánticos con soniquetes exagerados propios de gentes de algún rincón rústico de la España profunda, lograron que miles de españoles se aprendieran aquel estribillo que repetían hasta la extenuación: ''Hay que lavalo, hay que lavalo...''.
Parece ser que Honorio Herrero colaboró decisivamente en tales retahílas pueblerinas, acordándose de los paisanos de un abuelo suyo. A Julio y Luis no les costó mucho esfuerzo coadyuvar con esa jerga. Sólo tenían un objetivo: divertirse con aquellas canciones. De paso recuperaron las sesenta mil pesetas invertidas en su primeriza grabación
El éxito de La Charanga del Tío Honorio con aquellas dos canciones aparecidas en el disco de 1975 fue total. Recorrieron ciudades y pueblos de toda España entre las risotadas y la aprobación del público:
- ''En zonas rurales donde algún lugareño pudiera haberse sentido herido con nuestras parodias -evocaba Julio Seijas- nos aplaudían sin reparo. Nadie pudo ver en nuestras actuaciones atisbo por ninguna parte de burla. Sencillamente porque nunca fue ese nuestro propósito.''.
A las canciones les añadían cualquier improvisación humorística. Contaban chistes, escenificaban algunos ''sketchs'', lanzaban cubos a la gente... llenos de confeti y concluían tirando petardos. Era un ''happening'' casero que funcionaba.
Su repertorio lo ampliaron a veinte canciones. De ellas, una decena fueron incluidas en un elepé, el único que grabaron, aparecido en 1976. Entre ellos, los siguientes títulos, cuya grafía consta así, literalmente: ''Ay cordera'' (blus); ''Mi querida Severiana'' (carta rústica); ''Hay que lavalo'' (roz esitoso); ''El ONI''; ''Boina roz'' (el rock de la boina); ''Los animalícos''; ''Me paice que hoy te atizo''; ''El tuis de mi vaca Serafina'' (tuis bucólico pastoril)...
- ''El nombre que la casa de discos quiso que lleváramos, el de La Charanga del Tío Honorio, qué duda cabe nos condicionó en nuestro repertorio. Ya no podía resultar que incluyéramos canciones con personajes que no fueran de corte rural, como habíamos pretendido cuando proyectábamos aquello de El Rosario de la Aurora'' -nos contaba Luis Gómez Escolar.
- ''En el verano de 1976 recorrimos España de cabo a rabo'' -rememora Seijas-. ''Hicimos ciento treinta galas sin parar''.
- ''Para pintarnos la cara y las cejas utilizábamos un corcho quemado'' -recordaba, bienhumorado Honorio Herrero.
- ''Y el caso es que terminaba nuestra actuación, ya lavados, si paseábamos por la calle del sitio donde habíamos hecho nuestro ''show'', nadie nos reconocía, sin nuestros trajes de paletos y las garrotas'' -nos declaraba Seijas.
Como el elepé funcionó bien, la casa discográfica les emplazó para otra grabación de corte humorístico-rural. Fue un sencillo con los títulos ''¿Qué le dijo?'' y ''Los partos de la charanga''. Lo registraron en unos estudios londinenses de renombre. Pared con pared con el cuarto en el que también estaban grabando los escandalosos Sex Pistols.
La Charanga del Tío Honorio marcó una época divertida en la España musical de aquel tiempo político marcado por la inmediata transición. El grupo hizo reir a millones de españoles.
Tenían como agente artístico a Alfredo Fraile, el mismo que Julio Iglesias y como ''road manager'' a Alberto Echevarría, otro veterano de la industria pop. De aquellas giras en las que cada actuación era siempre diferente, pues no se atenían a un orden estricto en el repertorio, Luis Gómez Escolar nos contó el día en el que en pleno desmadre cayó al escenario, yendo a caer bajo unos tablones, de tal forma que ante el público asomaba únicamente la cabeza. Advertidos sus compañeros, Julio y Honorio, de que no precisaba asistencia médica, continuaron de esa guisa el espectáculo, acompañados como siempre por su grupo habitutal, que iba vestido como ellos, con parecida ropa rústica.
- ''Eso era lo bueno que teníamos'' -remataba Luis Gómez-Escolar-, ''que nuestro espectáculo se prestaba a cualquier improvisación, gansada o broma que se nos ocurría sobre la marcha. Y el público estaba con nosotros, participando de todo aquel tinglado.''.
Las canciones de La Charanga del Tío Honorio eran puros disparates lingüísticos, con el objetivo de porvocar la risa de los espectadores. Nunca hubo después ningún grupo parecido. Tan sólo nos recordaban que Fernando Esteso lanzó el disco de ''La Ramona'' por entonces, después de que lo hiciera La Charanga del Tío Honorio, otra sátira en ese lenguaje rústico.
- ''Entonces teníamos venticinco años'' -señala Gómez-Escolar-, ''éramos hijos del rock and roll, inventamos eso del ''rock rural'' y nos lo pasamos estupendamente. Yo pienso que ''Hay que lavalo'', con aquellos arreglos de Pérez Botija, bien podría considerarse como el ''Get black'' de Los Beatles... pero en broma. Nunca quisimos hacer seriamente una canción en esa época con nuestro grupo.. Cuanto más bestia y exagerada fuera cada actuación, más éxito lográbamos. Eso era lo que le fascina a nuestro público, sobre todo el de los pueblos rurales.''.
- ''La prueba es'' -tercia Julio Seijas- ''que quisimos hacer otros porgramas de televisión diferentes, como por ejemplo en ''Musiqueando''. Y no tuvimos la misma respuesta del público, que nos quería ver siempre haciendo el paleto. Y eso sucedía también en nuestro propio ambiente profesional, pues continuamente nos pedían canciones de ese mismo corte gente como Manolito Royo, Fernando Esteso y otros humoristas. Nos costó muchísimo quitarnos aquel sambenito de autores satírico-rurales. Hasta que Camilo Sesto nos grabó tres temas románticos...
Y entonces, cansados de hacer siempre lo mismo durante año y medio, de vestirse con aquella ropa usada de pana, camisetas de felpa y de pintarse los dientes de negro y aparecer como torpes campesinos cejijuntos que hablaban a voces y gesticulando como posesos, dijeron adiós a La Charanga del Tío Honorio. Fue una aventura efímera pero feliz, inolvidable.
Cada uno volvió a lo suyo: a componer otras canciones diferentes, a producir discos de artistas nuevos, a adaptar composiciones extranjeras... para no actuar jamás en público, cosa que, sobre a todo Luis Gómez-Escolar siempre le causó pánico, ajeno a cualquier tipo de vanidad.
Luis, Julio, Honorio... Tres talentos del pop español del último cuarto de siglo. Que siguen viviendo por y para la música. Gómez-Escolar y Seijas suelen colaborar al alimón, muy a menudo. Y los tres, si coinciden alguna vez, no olvidan aquellos meses de hace ¡ay!, veinticinco años, cuando pugnaban por ver quién de los tres se lucía con el mayor despropósito, embarcados en una aventura que se llamó La Charanga del Tío Honorio.
Que disfruten, que se rían con estas canciones...
Manuel Román
DISCOGRAFÍA
1975 / CBS-3729 - Hay que lavalo / El Oni
1976 / CBS-4331 - Ay, Cordera / Mi querida Severiana
HAY QUE LAVALO / CBS-81299
Ay, Cordera / Mi querida Severiana / Hay que lavalo / El Oni / Primer parto, el del Tío Honorio / Boina roz / Los animalicos / Segundo parto: el del Tío Agapito / Me paice que hoy tatizo / Tercer parto: el del Siñor Ramón / El hino del Cebollinos C. F. / Cuarto parto y último parto general / El tuis de mi vaca Serafina
1978 / CBS 5281 - Qué le dijo (con gas) / Qué le dijo (sin gas)