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Estamos ante un euf�nico �lbum que oscila entre el hard rock mel�dico y el rock duro, una extensa variedad que provoca que se escuche en un suspiro y sea apropiado para animar la noche m�s alica�da. Las l�neas r�tmicas vuelven a adquirir un car�cter ascendente, buscando en ocasiones el liderazgo mel�dico y modelando un paquete de vistoso contenido, pese a que sea la modulaci�n de la voz de Nieves Lucer�n la que verdaderamente otorgue una tonalidad sorprendente y una fuerza brillante a las canciones, matices vocales inasequibles con una profundidad, intensidad y emoci�n que te embarcan literalmente en un camino sin retorno, similar a emprender un viaje al recuerdo de lugares agradables. Una innata capacidad de acercamiento en primera persona a las vidas de otros, como sucede en "Alicia (en el pa�s de las mentiras), "Viejos Recuerdos" y "Tu y Yo" que hacen que nos doblegarnos como consecuencia de estar ante una a�n mayor opulencia vocal, que hoy por hoy cuesta encontrar.
En este disco asistimos a una cada vez mayor definici�n de los temas, incluso podemos hablar de cortes con una buena personalidad propia como la inicial "Malviviendo" o la contagiosa""Nunca Seremos Estrellas Del Rock & Roll", las cuales pueden representar el principio de una noche de juerga, alegr�a y vitalidad, que musicalmente se traduce en melod�as inmediatas y estribillos urgentes; una cierta frescura que revitaliza claramente unas canciones construidas a base de elementos can�nicos pero que las sit�an por encima de la media del g�nero. Por el contrario otros como "Las Olvidadas" o "Charcos De Barro" sellan un compromiso en la lucha por erradicar las estructuras de desigualdad e injusticia existentes, los malos tratos a las mujeres y el uso de ni�os y ni�as soldado en cualquier parte del mundo, medios tiempos l�nguidos, de estructuras agradables pero con vigoroso esp�ritu reivindicativo que provocar�n a la gente reflexionar y replantear los valores de sus vidas, de sus hijos y su familia. Una dulzura soterrada debajo de un terreno instrumental que se resiste a ser bondadoso y sencillo.
En definitiva toda una esencia reunida en un sonido personal (labrado a cargo de Jos� Garrido y Dani Meli�n, en los Estudios New Life de Madrid), resonando a cada golpe de cuerdas y sabiendo dibujar, sin errores, su propio mapa de ruta. Un punto de mira alto que garantiza un campo de visi�n claro y permitir� alcanzar muy temprano el horizonte de sus sue�os. Un disco de cierto inconfundible sabor americano y repleto de canciones s�lidas, de un estilo ya muy bien forjado que deber�a reflejarse en la aceptaci�n por parte de un p�blico m�s amplio, algunas de ellas perfectas para levantarse un soleado s�bado por la ma�ana y cantarlas a pulm�n abierto, pensando que al fin y al cabo esto de la vida no est� tan mal.