Letra de Una Tarde Sin Fin - Labordeta

Fue una tarde sin fin
de mediados de agosto,
yo cantaba en un pueblo
y al final de la plaza
tus ojos presid�an
todo el atardecer.

Yo miraba hacia el cielo,
hacia el campo infinito
pero el haz de tus ojos
me volv�an a ti,
y al final de la tarde
s�lo quedabas t�,
t� y la noche perdida,
t� y el viento insolente
t� y tus manos clamando
la nueva amanecida
que, a pedazos de cielo,
renovaba la vida,
remozando tu rostro
tus cabellos al aire
y la voz que a�n quedaba
detenida en la plaza
desde el atardecer
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en que huiste de m�.

Todo fue como el aire
o nubes pasajeras,
como un rostro perdido
entre la multitud
que una tarde de agosto
ilumina veloz
el crep�sculo agreste
que incendia el horizonte
y en los ojos cansados
de este antiguo cantor
deja una huella hermosa
tenue como una flor.

Y gracias a esa sombra,
a esa huella precoz
contin�o caminos
veredas y dolor
con el canto a la espalda
y en las manos la voz.