Letra de Una Flor - Capitan Cobarde
Letra de canci�n de Una Flor de Capitan Cobarde lyrics
En su cara habia mas horas que un reloj,
no escuchaba nada de su alrededor,
solamente echaba cuentas
a los heroes invisibles del sal�n.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n,
le gritaba a los ejercitos que no,
que las bombas de la guerra
secuestraron para siempre su raz�n.
Yo fui testigo en su vejez
de la tormenta que call�
en los hombros malheridos de una flor,
una flor,
una flor,
una flor.
Su sonrisa era inocente y de repente
avisaba en el absurdo a los presentes
que un pariente que hace a�os que muri�
le estaba metiendo mano.
Yo recuerdo las ma�anas de verano,
se peinaba cuatro pelos todo el rato,
repeinada y con horquillas me asombraba,
nunca vi tal perfecci�n, una flor.
Yo fui testigo en su vejez
de la tormenta que call�
en los hombros malheridos de una flor,
una flor,
https://www.coveralia.com/letras/una-flor-capitan-cobarde.php
una flor,
una flor.
Mil historias de ella te podria contar,
pero hay cosas que no quieras escuchar,
pues las bombas de la guerra
estallaban cada d�a en su realidad.
De peque�o la miraba en el balc�n,
le gritaba a los ejercitos que no,
que los moros de las tropas nacionales
no disparen por favor.
Que no tiren por los cerros,
que no tiren por los cerros,
ni disparen ni marchiten a la flor,
ni disparen ni marchiten a la flor.
Yo fui testigo en su vejez
de la tormenta que call�
en los hombros malheridos de una flor,
una flor,
una flor,
una flor,
una flor,
una flor.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n.
no escuchaba nada de su alrededor,
solamente echaba cuentas
a los heroes invisibles del sal�n.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n,
le gritaba a los ejercitos que no,
que las bombas de la guerra
secuestraron para siempre su raz�n.
Yo fui testigo en su vejez
de la tormenta que call�
en los hombros malheridos de una flor,
una flor,
una flor,
una flor.
Su sonrisa era inocente y de repente
avisaba en el absurdo a los presentes
que un pariente que hace a�os que muri�
le estaba metiendo mano.
Yo recuerdo las ma�anas de verano,
se peinaba cuatro pelos todo el rato,
repeinada y con horquillas me asombraba,
nunca vi tal perfecci�n, una flor.
Yo fui testigo en su vejez
de la tormenta que call�
en los hombros malheridos de una flor,
una flor,
https://www.coveralia.com/letras/una-flor-capitan-cobarde.php
una flor,
una flor.
Mil historias de ella te podria contar,
pero hay cosas que no quieras escuchar,
pues las bombas de la guerra
estallaban cada d�a en su realidad.
De peque�o la miraba en el balc�n,
le gritaba a los ejercitos que no,
que los moros de las tropas nacionales
no disparen por favor.
Que no tiren por los cerros,
que no tiren por los cerros,
ni disparen ni marchiten a la flor,
ni disparen ni marchiten a la flor.
Yo fui testigo en su vejez
de la tormenta que call�
en los hombros malheridos de una flor,
una flor,
una flor,
una flor,
una flor,
una flor.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n.
Cuando ni�o la miraba en el balc�n.