Letra de Trenzas De Arena - Tako
Letra de canci�n de Trenzas De Arena de Tako lyrics
El taxi negro frente al mismo hotel
donde se alojan chicas de papel
con trenzas de arena.
El hombre-piano toca para los turistas grises,
el hielo de las copas se ha quedado en agua sin sabor,
y al ritmo de los camareros recogiendo sillas
voy besando unas palabras a mi habitaci�n.
La ayuda que te ofrece el mini-bar,
si est�s dispuesto a dejarte llevar,
es importante,
y aunque s�lo garantiza dolor de cabeza
si asegura que las l�grimas no te van a explicar
que los poetas viajan por los misterios del alma
m�s all� de los caminos por los que sueles andar.
Y se acuestan con tu soledad
https://www.coveralia.com/letras/trenzas-de-arena-tako.php
te guste o no te guste
y has gritado ara�ando su espalda
pidi�ndoles m�s,
que hay momentos que por m�s que quieras
no se dan la vuelta
y parece que s�lo ellos saben lo que va a pasar.
Por la ma�ana, al intentar despertar,
los restos del naufragio
te hablar�n de la tormenta.
Y acerc�ndote hasta la ventana,
con el mar ya en calma,
forzar�s una sonrisa s�lo para comenzar.
Y el libro de poemas boca abajo en la moqueta
se quedar� tranquilo s�lo para recordar.
donde se alojan chicas de papel
con trenzas de arena.
El hombre-piano toca para los turistas grises,
el hielo de las copas se ha quedado en agua sin sabor,
y al ritmo de los camareros recogiendo sillas
voy besando unas palabras a mi habitaci�n.
La ayuda que te ofrece el mini-bar,
si est�s dispuesto a dejarte llevar,
es importante,
y aunque s�lo garantiza dolor de cabeza
si asegura que las l�grimas no te van a explicar
que los poetas viajan por los misterios del alma
m�s all� de los caminos por los que sueles andar.
Y se acuestan con tu soledad
https://www.coveralia.com/letras/trenzas-de-arena-tako.php
te guste o no te guste
y has gritado ara�ando su espalda
pidi�ndoles m�s,
que hay momentos que por m�s que quieras
no se dan la vuelta
y parece que s�lo ellos saben lo que va a pasar.
Por la ma�ana, al intentar despertar,
los restos del naufragio
te hablar�n de la tormenta.
Y acerc�ndote hasta la ventana,
con el mar ya en calma,
forzar�s una sonrisa s�lo para comenzar.
Y el libro de poemas boca abajo en la moqueta
se quedar� tranquilo s�lo para recordar.