Letra de Muñeco De Trapo - Calaña
Letra de canción de Muñeco De Trapo de Calaña lyrics
Su manto te envuelve y no lo ves,
tu piel retiene en su poder,
las gotas de tu perfume envenenado
en forma de un encanto de mujer.
Tú vas a ser su presa y sufrirás,
dentro de un mar de dudas nadarás,
tus horas se han vestido de amargura,
con su llegada todo va a cambiar.
Te engañará con mimos, con su voz,
belleza que disfraza un corazón,
oscuro como un pozo que no acaba,
por donde va cayendo tu ilusión.
Y vas maldiciendo al viento,
porque acaricia su pelo,
porque le roza la piel.
Y ella es la dueña y señora,
para ponerte en un suspiro
donde te quiera tener.
https://www.coveralia.com/letras/muneco-de-trapo-calana.php
Te cierras, ya no hablas con los demás,
tu mundo gira en torno a un ideal,
que no te da un momento de alegría,
que no te da un motivo para soñar.
No importa que ese día brille el sol,
que aquella primavera no naciese ni una flor,
porque te tiene loco y no eres dueño
de lo que está pasando en tu interior.
Te engañará con mimos, con su voz,
belleza que disfraza un corazón,
oscuro como un pozo que no acaba,
por donde va cayendo tu ilusión.
Y vas maldiciendo al viento,
porque acaricia su pelo,
porque le roza la piel.
Y ella es la dueña y señora,
para ponerte en un suspiro
donde te quiera tener.
tu piel retiene en su poder,
las gotas de tu perfume envenenado
en forma de un encanto de mujer.
Tú vas a ser su presa y sufrirás,
dentro de un mar de dudas nadarás,
tus horas se han vestido de amargura,
con su llegada todo va a cambiar.
Te engañará con mimos, con su voz,
belleza que disfraza un corazón,
oscuro como un pozo que no acaba,
por donde va cayendo tu ilusión.
Y vas maldiciendo al viento,
porque acaricia su pelo,
porque le roza la piel.
Y ella es la dueña y señora,
para ponerte en un suspiro
donde te quiera tener.
https://www.coveralia.com/letras/muneco-de-trapo-calana.php
Te cierras, ya no hablas con los demás,
tu mundo gira en torno a un ideal,
que no te da un momento de alegría,
que no te da un motivo para soñar.
No importa que ese día brille el sol,
que aquella primavera no naciese ni una flor,
porque te tiene loco y no eres dueño
de lo que está pasando en tu interior.
Te engañará con mimos, con su voz,
belleza que disfraza un corazón,
oscuro como un pozo que no acaba,
por donde va cayendo tu ilusión.
Y vas maldiciendo al viento,
porque acaricia su pelo,
porque le roza la piel.
Y ella es la dueña y señora,
para ponerte en un suspiro
donde te quiera tener.