Letra de La Caricia Del Tormento - Tako
Letra de canci�n de La Caricia Del Tormento de Tako lyrics
Aunque no sepas pedirlo,
ni quieras perd�n,
m�s falso es quien lo regala
sin el coraz�n.
Y puedes quemar el mundo
con la condici�n,
de que al final de la noche,
digas s� quien soy.
Si ves al potro maldito
de la soledad
dile que tienes amigos
de los de verdad.
Gu�rdate de sonrisas
que quieren pintar
con el pincel de la envidia
que es como un pu�al.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.
https://www.coveralia.com/letras/la-caricia-del-tormento-tako.php
Cuando disparen mentiras,
sin suerte, al azar,
acu�rdate del olvido,
siempre es de fiar.
Que el humo de la verdad,
no se deja coger
y hace toser a los torpes,
que no saben ver.
Aunque no sepas pedirlo,
ni quieras perd�n,
m�s falso es quien lo regala
sin el coraz�n.
Y puedes quemar el mundo
con la condici�n,
de que al final de la noche,
digas s� quien soy.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.
ni quieras perd�n,
m�s falso es quien lo regala
sin el coraz�n.
Y puedes quemar el mundo
con la condici�n,
de que al final de la noche,
digas s� quien soy.
Si ves al potro maldito
de la soledad
dile que tienes amigos
de los de verdad.
Gu�rdate de sonrisas
que quieren pintar
con el pincel de la envidia
que es como un pu�al.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.
https://www.coveralia.com/letras/la-caricia-del-tormento-tako.php
Cuando disparen mentiras,
sin suerte, al azar,
acu�rdate del olvido,
siempre es de fiar.
Que el humo de la verdad,
no se deja coger
y hace toser a los torpes,
que no saben ver.
Aunque no sepas pedirlo,
ni quieras perd�n,
m�s falso es quien lo regala
sin el coraz�n.
Y puedes quemar el mundo
con la condici�n,
de que al final de la noche,
digas s� quien soy.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.
Que no te doble nunca el viento,
que la caricia del tormento
se convierta en nubes sueltas.