Letra de La Canci�n Del Hombre Libre - Aguaviva
Letra de canci�n de La Canci�n Del Hombre Libre de Aguaviva lyrics
Quiz�s ma�ana,cuando mi mirada no brote en la luz.
Como pobre, amapola de agua venga la soledad.
Pero hoy canto en libertad, y mientras canto no estoy aislado.
Pues el coraz�n va conmigo y con �l hablo.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Bever� el paisaje en un amanecer de lirios.
Las campanas del mar en los vientos fugitivos.
Cada momento un p�jaro, cada pulso un latido.
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Una espada de lluvia cortando la flor del viento.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Ni las miradas torvas ni los labios esquivos.
Ni las voces enemigas ni los hombres miserables.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Estoy conmigo mismo, el coraz�n es quien manda y yo obedezco
Como pobre, amapola de agua venga la soledad.
Pero hoy canto en libertad, y mientras canto no estoy aislado.
Pues el coraz�n va conmigo y con �l hablo.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Bever� el paisaje en un amanecer de lirios.
Las campanas del mar en los vientos fugitivos.
Cada momento un p�jaro, cada pulso un latido.
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Una espada de lluvia cortando la flor del viento.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Ni las miradas torvas ni los labios esquivos.
Ni las voces enemigas ni los hombres miserables.
Vivir� como el fuego encendido en la noche,
tendr� cumbre de estrellas, cantar� para los hombres
Estoy conmigo mismo, el coraz�n es quien manda y yo obedezco