Letra de Heidi - Salta La Banca
Letra de canci�n de Heidi de Salta La Banca lyrics
Twittea infiernos detr�s del cascar�n, mientras jadea, su pseudo rebeli�n.
Ac� el problema es que te descuidas, y la m�s Heidi parece satan�s,
Se afila los colmillos, dulces, de cotill�n y exhibe sus nudillos, dureza, tiesa de cart�n.
Y a vos te endurece el cuerpo inquieto de hielo, de la podredumbre que genera la costumbre,
Por trabas de quimeras, cong�nitas gomeras de personas sin costillas;
Vidas de pacotillas que hallar�n el escarmiento que enloquece en el momento del ardor,
Cuando aparecen los espejos del interior.
Quiero calmarte, si algo te inquieta mal,
https://www.coveralia.com/letras/heidi-salta-la-banca.php
Quiero cuidarte y esto me hace tragar
veneno de impotencia que paso a mi sudor.
Yo me debo a tu aliento, p�cima brava de estupor.
Que en cambio deber�a exonerar de apat�as, que usas como espada un aluvi�n de fantochadas,
Vos sabes lo que me cuesta recostarme en la flor est�,
que abonada con su mierda, repitiendo que florezca.
Y es que llevo una barriada milongueando en las entra�as,
Ni la biopsia la sacude, me traslada hasta una nube, de esa misma estela blanca de estupidez.
Ac� el problema es que te descuidas, y la m�s Heidi parece satan�s,
Se afila los colmillos, dulces, de cotill�n y exhibe sus nudillos, dureza, tiesa de cart�n.
Y a vos te endurece el cuerpo inquieto de hielo, de la podredumbre que genera la costumbre,
Por trabas de quimeras, cong�nitas gomeras de personas sin costillas;
Vidas de pacotillas que hallar�n el escarmiento que enloquece en el momento del ardor,
Cuando aparecen los espejos del interior.
Quiero calmarte, si algo te inquieta mal,
https://www.coveralia.com/letras/heidi-salta-la-banca.php
Quiero cuidarte y esto me hace tragar
veneno de impotencia que paso a mi sudor.
Yo me debo a tu aliento, p�cima brava de estupor.
Que en cambio deber�a exonerar de apat�as, que usas como espada un aluvi�n de fantochadas,
Vos sabes lo que me cuesta recostarme en la flor est�,
que abonada con su mierda, repitiendo que florezca.
Y es que llevo una barriada milongueando en las entra�as,
Ni la biopsia la sacude, me traslada hasta una nube, de esa misma estela blanca de estupidez.