Letra de Abrí Todas Las Puertas - Labordeta
Letra de canción de Abrí Todas Las Puertas de Labordeta lyrics
Abrí todas las puertas
cuando se hizo la luz,
recorrí los desvanes,
tampoco estabas tú:
pequeña, dulce,
triste, hermosa libertad.
Con qué palabras nuevas
habría que llamarte.
Sobre qué muros tenues
habría que escribirte.
Y en qué paisaje oculto
habría que esperar
tu regreso al hogar,
pequeña libertad.
En qué sangre vertida
habría que buscarte,
en qué ojos de espanto
hallar tu soledad.
Sobre qué río incierto
habría que esperar
tu regreso al hogar,
pequeña libertad.
Grité por los trigales
y contra el cielo azul,
anduve los caminos,
tampoco estabas tú:
https://www.coveralia.com/letras/abri-todas-las-puertas-labordeta.php
pequeña, dulce, triste,
hermosa libertad.
En qué puños cerrados
te guardan de la muerte.
En qué paloma blanca
caminas de verdad.
Sobre qué ojos de niño
te vamos a encontrar
de regreso al hogar,
pequeña libertad.
Bajo qué árbol descansas
huyendo, como vas,
de tanto fuego vivo
que te quiere quemar
y hacer que nunca puedas
unirte a los demás
de regreso al hogar,
pequeña libertad.
Dejo la puerta abierta,
el árbol y la luz
pues siempre espero ver
que me saludes tú:
pequeña, dulce, triste
y hermosa libertad.
cuando se hizo la luz,
recorrí los desvanes,
tampoco estabas tú:
pequeña, dulce,
triste, hermosa libertad.
Con qué palabras nuevas
habría que llamarte.
Sobre qué muros tenues
habría que escribirte.
Y en qué paisaje oculto
habría que esperar
tu regreso al hogar,
pequeña libertad.
En qué sangre vertida
habría que buscarte,
en qué ojos de espanto
hallar tu soledad.
Sobre qué río incierto
habría que esperar
tu regreso al hogar,
pequeña libertad.
Grité por los trigales
y contra el cielo azul,
anduve los caminos,
tampoco estabas tú:
https://www.coveralia.com/letras/abri-todas-las-puertas-labordeta.php
pequeña, dulce, triste,
hermosa libertad.
En qué puños cerrados
te guardan de la muerte.
En qué paloma blanca
caminas de verdad.
Sobre qué ojos de niño
te vamos a encontrar
de regreso al hogar,
pequeña libertad.
Bajo qué árbol descansas
huyendo, como vas,
de tanto fuego vivo
que te quiere quemar
y hacer que nunca puedas
unirte a los demás
de regreso al hogar,
pequeña libertad.
Dejo la puerta abierta,
el árbol y la luz
pues siempre espero ver
que me saludes tú:
pequeña, dulce, triste
y hermosa libertad.